La ciudad y la ciudad
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De las mejores historias de detectives que he leído. La ambientación es muy buena, con las dos ciudades entramadas, Besźel y Ul Quoma, y las extrañas relaciones entre ellas («desver», la Brecha...). Parece difícil que una idea tan rara no resulte un disparate cuando la lees, pero la verdad es que China Miéville consigue, como siempre, hacer de lo en principio absurdo algo creíble. La trama es típica policiaca pero bastante interesante; el estilo es directo, nada que ver con lo «barroco» de La estación de la calle Perdido, por ejemplo, y le pega muy bien a la historia, y los personajes (sobre todo el protagonista, Tyador Borlú) están logrados. El libro va ligeramente de más a menos (la primera parte me ha encantado), pero es un «menos» muy satisfactorio.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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Los amagos de llegar al género fantástico puro son emocionantes cuando aparecen (esa señora que ve Borlú al principio que no debería estar ahí; la investigación sobre la «tercera ciudad»; la gente misteriosa entre las sombras de Ul Quoma, etc.), y aunque a la vez son un poco frustrantes al no materializarse, funcionan. Y al final, una vez resuelto el enigma, sigue quedando la incógnita de si existe Orciny o no en realidad...