Nocturno



  • Leído en: 2015, antiguamente.
  • Título original: Nocturne.
  • Escritor: Louise Cooper.
  • Género: Fantasía.
  • Año de publicación: 1990.
  • Serie: Índigo IV.
  • Sinopsis: Índigo continúa su peregrinar en busca del nuevo demonio que ha de destruir. Ahora, en compañía de una familia de cómicos, los Brabazon, se encamina hacia la ciudad de Bruhome, donde se va a celebrar la fiesta de la cosecha, pero algo maligno flota en el ambiente. A lo largo de su recorrido ven que algunos cultivos están muertos, el paisaje se vuelve cada vez más sombrío y desolado y hacen su aparición unos extraños caminantes de semblante cadavérico y un andar curiosamente rígido que les da aspecto de sonámbulos o seres en trance. La hija-de-Kalig intuye que todas estas circunstancias tienen relación con su misión, y sus temores se confirman cuando, al llegar a Bruhome, les informan de que las fiestas durarán menos porque una extraña plaga está asolando la región...


  • ~~~


    No está mal. Me ha recordado al segundo libro, con una historia menos típica y más interesante, la verdad, pero lastrada por chorradas características de la serie, bastante acentuadas aquí. Y después del buen sabor de boca del anterior, este ha sido una decepción.


    5




    ~~~

    [No sigas si no has leído el libro:
    a partir de aquí desvelo el argumento]

    ~~~



    Lo peor es el ridículo final: el Fenran apareciendo por ahí porque sí y Fran entendiendo lo que es el amor; todos tocando música de fiesta y las muchachas bailando y una cantando en tirolés; Grimya sin hacer nada tras curarla Índigo así por las buenas; el demonio casi dando pistas de cómo se le puede matar; descripciones grandilocuentes de cuento de hadas cutre para niños cursis... La idea es buena, pero la Cooper no sabe escribirla, solo le salen ñoñerías. Y lo de Índigo siendo «El Poder» de golpe y solo entonces porque habrá que acabar esto... en fin.

    También se las traen los nombrecitos de los Brabazon (Valentía, Constancia, Gentileza...), la diosa los cojones («Señora de la Cosecha» en este) y las patriciadas ocasionales de la protagonista («... pero había aprendido por dura experiencia que a menudo el instinto era un guía más certero que la lógica...»). En fin; aunque no es el peor de los ocho y se lee bien, espero que lo mejor esté por venir y se dejen de tantas supersticiones. Ah, «... por su mano han muerto ya dos demonios...». Ya. Claro. Seguro.