Troika



  • Leído en: 2015, antiguamente.
  • Título original: Troika.
  • Escritor: Louise Cooper.
  • Género: Fantasía.
  • Año de publicación: 1991.
  • Serie: Índigo V.
  • Sinopsis: Este quinto volumen nos traslada a las heladas tierras del norte, a El Reducto, hogar del desaparecido amor de Índigo, el joven Fenran. En su viaje hacia esas tierras, Índigo encuentra refugio en una alquería que, por una jugarreta del destino, es donde viven los descendientes del conde Bray, padre de Fenran. El actual conde reside allí con su familia, pero para consternación de Índigo, el hijo mayor, Veness, es el vivo retrato de su prometido... La muchacha quiere abandonar el lugar, pero las tormentas se lo impiden y, además, intuye que el demonio al que ha de destruir se encuentra en aquella casa, y concretamente en el hacha y el escudo que adornan la chimenea.


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    Más coherente que las anteriores, me ha parecido una buena novela de fantasía, teniendo en cuenta que es parte de una serie y se sustenta en el resto, claro. En este, los amores de Índigo no dan grima (y eso que el romance está siempre presente), la historia es interesante, no hay escenas forzadas, tiene intriga bien llevada y a ratos emociona. Incluso el final está bien, para variar. Los matices molestos de estos libros (ñoñería, comportamientos rancios aristocráticos, descripciones para flipados, personajes haciendo cosas absurdas, patriciadas de la Madre...) no molestan tanto como en otros, y muchos ni aparecen. Además, destaca una circunstancia: Índigo no se comporta, mayormente, como una imbécil. Ya era hora. Y si se añade que la autora por fin me ha recordado a la de El señor del tiempo, este es el mejor libro de la saga con diferencia...


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    [No sigas si no has leído el libro:
    a partir de aquí desvelo el argumento]

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    ... y aun así se deben obviar algunas cosillas. Por ejemplo, el conde, quien prácticamente compró a Moia, se quiere cargar al que en teoría se la llevó, y mira tú por dónde Grimya e Índigo comentan que les gustaría ayudarle, por pena, supongo; ¡menos mal que Índigo luego dice que no puede condenarla abiertamente! O que Índigo lleve cincuenta años sin pinar porque si no es con Fenran... aunque se compensa por el hecho rocambolesco de «engañarle» con alguien idéntico a él.

    Y por cierto, después del enamoramiento con Veness, no sé si quedará muy bien en las siguientes novelas esa abnegación de Índigo por salvar a Fenran... como siempre, me da a mí, se hará borrón y cuenta nueva y no se acordará de Veness ni en sueños.