La balada de Tom el Negro
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No me ha terminado de convencer. Por lo visto, la intención del escritor era hacer un homenaje y a la vez una crítica a Lovecraft reescribiendo la historia más racista (o eso dicen, no la he leído todavía) del de Providence desde un punto de vista digamos «normal»: dejando ver el segregacionismo de la sociedad de la época; la marginación que sufría la gente por ser pobre, negra o ambas cosas; los abusos de una policía al servicio de los blancos dominantes... y lo consigue en parte, y entiendo el entusiasmo de algunos con esta novela corta; sin embargo, he echado en falta la atmósfera y el horror a lo desconocido de los buenos relatos de los Mitos de Cthulhu, creo que le falta cohesión y me ha resultado un poco aburrida en ocasiones. Empieza bastante bien, pero el interés decae cuando se deja de sutilezas y cambia el tono de la historia. Aunque no es un mal libro, no me ha impresionado, y menos si lo comparo con otro también de inspiración lovecraftiana que leí casi al mismo tiempo.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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Me habría gustado más si las referencias a los Mitos no hubieran sido tan explícitas; si los personajes no fueran meros clichés (la transformación en Tom el Negro del primer protagonista, fuera de escena, se carga al mejor dibujado con diferencia); si se hubieran cuidado algunos momentos «roleros» un tanto exagerados (el inspector es el único que puede ver una puerta porque tiene un símbolo mágico y él ha estudiado esas cosas), o si, sobre todo, no me recordara tanto a los originales y la novedad estuviera en la forma además de en el fondo.