El exorcismo de mi mejor amiga
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Conmigo no funciona la nostalgia de «los 80» ni décadas adyacentes, me molesta la parafernalia cristiana y, después de aquel del Ikea, no sabía si Grady iba a ser para mí, así que temía que este libro me defraudara: dejándome llevar un poco, sospechas infundadas. Después de un primer capítulo que sirve de prólogo, empieza lento y con muchísimas referencias (entre ellas, «mierda música» a porrillo), pero la trama es sólida, los personajes están bien dibujados y siempre hay misterio; de hecho, la intriga se mantiene constante y hace que el último tercio sea un pasapáginas. Hay pinceladas de humor, homenajes a clichés de películas de miedo (entre otras cosas), un retrato creíble de las protagonistas adolescentes y sus problemas, pasajes más o menos terroríficos y un exorcismo* (por supuesto) que, junto con la excelente ambientación, aderezan una historia de amistad bastante lograda. Caerá otro suyo este año, posiblemente; a ver si es de los buenos.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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*: Bueno, dos.