El Consejo de Hierro
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Los libros de Bas-Lag difieren en trama y estilo (ciudadano y barroco uno, aventurero y marinero otro, y explorador con reminiscencias del oeste americano el último), pero todos tienen en común, aparte de pertenecer al género fantástico (New Weird si nos ponemos puntillosos e ingleses) y de desarrollarse en el mismo mundo de fantasía, que tratan del poder y la opresión y de cómo se lucha contra ellos: se podría decir que son revolucionarios en cierto modo (o en varios), y quizá en este sea donde más se profundiza en esos temas, sin maniqueísmos ni exaltaciones fáciles, sino enfrentando a los protagonistas y al lector a dilemas y acciones realistas que dan que pensar.
De los tres, es el que menos me ha enganchado al principio: no me maravillaban tanto sus invenciones fantásticas y las distintas historias parecían seguir un rumbo vago y tener únicamente un interés ocasional... hasta la tercera parte. Desde ahí, las piezas empiezan a encajar y la novela a tomar velocidad (aunque el ritmo lento no cambie), y se suceden momentos emocionantes y reflexiones cargadas de realidad que le hacen llegar casi a la altura de La Cicatriz. Aun imperfecto, me ha terminado hechizando y es un buen cierre para la serie de Bas-Lag; uno muy extraño y original que no hace de estas cualidades su único objetivo, como es costumbre en las obras del autor.
De los tres, es el que menos me ha enganchado al principio: no me maravillaban tanto sus invenciones fantásticas y las distintas historias parecían seguir un rumbo vago y tener únicamente un interés ocasional... hasta la tercera parte. Desde ahí, las piezas empiezan a encajar y la novela a tomar velocidad (aunque el ritmo lento no cambie), y se suceden momentos emocionantes y reflexiones cargadas de realidad que le hacen llegar casi a la altura de La Cicatriz. Aun imperfecto, me ha terminado hechizando y es un buen cierre para la serie de Bas-Lag; uno muy extraño y original que no hace de estas cualidades su único objetivo, como es costumbre en las obras del autor.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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La creación del Consejo de Hierro y su forma de avanzar es una maravilla mievilliana, y también la vida de Judah; el final con el tren parado en el tiempo tampoco es manco. Se puede echar en falta algo de épica heroica, sobre todo en el arranque, pero la autenticidad del relato hace más conmovedoras varias situaciones que hubieran tenido un impacto efímero, como por ejemplo esa del desenlace.