Bautismo de fuego



  • Leído en: 2020.
  • Título original: Chrzest ognia.
  • Escritor: Andrzej Sapkowski.
  • Género: Fantasía.
  • Año de publicación: 1996.
  • Serie: Geralt de Rivia V.
  • Sinopsis: «Entonces le dijo la profetisa al brujo: "Este consejo te doy: ponte botas de yerro, toma en la mano un bastón de yerro. Ve con tus botas de yerro hasta el fin del mundo y por el camino agita el bastón y riega todo con lágrimas. Ve a través de la agua y el fuego, no te detengas ni mires a tu alredor. Y cuando las almadreñas se te desgasten, cuando el bastón de yerro se deshaga, cuando el viento y el calor te sequen los ojos de tal forma que de ellos ni una lágrima acierte a escapar, entonces, en el fin del mundo, hallarás lo que buscas y lo que amas. Pudiera ser". Y el brujo cruzó la agua y el fuego, sin mirar a su alredor. Pero no se puso botas de yerro ni tomó bastón. Sólo llevó su espada de brujo. No escuchó las palabras de la profetisa. Y bien que hizo, porque era una mala profetisa.»


  • ~~~


    Por lo que veo, aunque la historia está dividida en novelas, son dependientes unas de las otras y se leen seguidas, sin notar un punto y aparte entre ellas, lo cual es bueno para la primera y no tanto para las segundas, pues estas quedan como meros conjuntos de capítulos y quizá no llegan a impresionar como si tuvieran un final propio fraguado sobre los acontecimientos de cada una y diseñado para ello en vez de, parece, servir a la principal.

    Aquí, la trama pierde algo de fuelle y hay más gracietas, repeticiones y tópicos... pero también nuevos personajes (tan interesantes como los protagonistas), un argumento complejo, descripciones y diálogos notables y un muy buen ritmo, como de costumbre.


    8




    ~~~

    [No sigas si no has leído el libro:
    a partir de aquí desvelo el argumento]

    ~~~



    Me hizo gracia lo del vampiro... y luego vuelve el cabrón. Milva y Cahir también destacan. En cambio, y aun con sus aciertos, lo de los enanos suena a ya visto, y el narrador de cuentos con los niños me molestó al principio, metido ahí por las bravas... después se acostumbra uno a esos caprichos del escritor.