La isla del tesoro
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Lo leería de guaje (tengo la edición de «Tus libros» de Anaya por ahí rondando) y no me debió causar mucha impresión, porque no me acordaba de nada (solo al ir releyendo ciertas partes me venían recuerdos muy vagos a la memoria) y seguramente quedó a la sombra de compañeros de colección como Drácula o La máquina del tiempo. Tras leer un relato de Stevenson bastante bueno, decidí darle otra oportunidad unos treinta años después... y me sigue sin entusiasmar, excepto el comienzo y la primera parte, muy logrados y entretenidos; luego, aunque tiene detalles curiosos, la trama se atasca y no hay demasiada profundidad. Como novela juvenil de aventuras, no está mal, y será especial para fanáticos de los piratas; en mi caso, de indiferencia ante ídolos como superhéroes, futbolistas, vaqueros, policías y bucaneros, varios capítulos se me han hecho un poco largos, he disfrutado con otros y he terminado lamentando la simplicidad del argumento y el maniqueísmo de los personajes. Otro clásico menor.