La espada del destino



  • Leído en: 2020.
  • Título original: Miecz przeznaczenia.
  • Escritor: Andrzej Sapkowski.
  • Género: Fantasía.
  • Año de publicación: 1994.
  • Serie: Geralt de Rivia II.
  • Sinopsis: La vida de un brujo cazador de monstruos no es fácil. Tan pronto puede uno tener que meterse hasta el cuello en un estercolero para eliminar a la bestia carroñera que amenaza la ciudad, intentado no atrapar una infección incurable, como se puede encontrar unido a la cacería de uno de los últimos dragones, en la que la cuestión no es si los cazadores conseguirán matar a la pobre bestia, sino qué pasará cuando tengan que repartirse el botín. Magos, príncipes, estarostas, voievodas, druidas, vexlings, dríadas, juglares y criaturas de todo pelaje pueblan esta tierra, enzarzados en conflictos de supervivencia, codicia y amor, y entre ellos avanza, solitario, el brujo Geralt de Rivia.


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    Libro similar al anterior e igual de entretenido, aunque con menos aire a cuento popular y sin una historia unificadora aparte de los propios relatos. El directo estilo a la antigua con vulgarismos y palabras atípicas sigue distinguiendo a la narración, así como el humor negro y la ironía, la relativa ausencia de acción, los diálogos, duelos dialécticos y disquisiciones de todo tipo, un mundo sin idealizar, situaciones emocionantes y personajes detallados con relaciones complejas, en esta ocasión varios de ellos recurrentes. Quizá se eche en falta una mayor uniformidad en las diferentes aventuras y que formen de este modo un conjunto más coherente, pero todas me han parecido notables y muy placenteros ejemplos de buena fantasía épica; posiblemente la primera y la tercera («Las fronteras de lo posible», sobre la caza de un dragón, y «Fuego eterno», acerca de los mímicos y bastante humorística) estén ligeramente por debajo del resto: «Esquirlas de hielo» (líos entre Geralt, Yennefer y un antiguo amigo de esta), «Un pequeño sacrificio» (acaso el más logrado, por muy poco, eso sí) y «La espada del destino» y «Algo más» (ambos con Ciri de coprotagonista). Como le dice Jaskier a Geralt, un romance no se escribe para que se crea en él, sino para conmover, y Sapkowski lo consigue.


    8