La casa infernal
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Una reescritura de Hill House donde el Matheson cambia la sutileza por lo grotesco, sin el estilo de aquella aunque con oficio, y su excepcional desenlace por uno anticlimático y un pelín absurdo. Parece un guion de las típicas películas de mansiones encantadas en las que los sustos y sucesos paranormales más o menos gratuitos, los estereotipos y lo irracional y repetitivo del asunto acaban cansando y haciendo desconfiar por más explicaciones que se den. Y de estas hay muchas, y se va llevando de la mano al lector por un argumento bien pensado y a la vez trillado hasta, en mi caso, un «bah» de lo más terrenal. También es cierto que suelo preferir la sugerencia al horror explícito y que lo sobrenatural clásico me suele dar menos miedo que ganas de reír, sobre todo cuando es tan caprichoso... El libro, en definitiva, no está mal: entretiene lo suyo y a veces crea inquietud; pero me van más otras casas y, de las obras del autor, Soy leyenda.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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(Pseudo)científico serio y escéptico frente a médium sensible y creyente; «¡En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo!» y religiosidades similares; mujeres tontitas (y no recuerdo que fueran rubias) o débiles que son objeto (exclusivamente ellas) de ataques sexuales y depravaciones (e insinuaciones lésbicas, ¡cuidado!); el héroe que se reserva hasta que le llega el turno y vence al malo (con gritos y exhortaciones ridículas); un espíritu todopoderoso que actúa como un niño de primaria; «descubrimientos» repentinos e inexplicables para hacer avanzar la trama... clichés por todas partes, vamos.
Y cosas que no entiendo: ¿Qué pretende demostrar Barret con su máquina? Si la ciencia no aprueba la parapsicología será porque no hay hechos o las hipótesis acerca de ellos son fantásticas, no solo por sus estrafalarios métodos para investigarlos. Por no hablar del inexistente contrato con el viejo Deutsch (vaya nombrecito) y su finalidad... Y Belasco (otro nombrecito) es una mala bestia hasta que de pronto se cansa, pobrecito; y mata a Florence porque iba a descubrir su secreto y después Fischer dice que él y Edith no pueden hacer nada aunque lo sepan (¿?), y sin embargo terminan haciéndolo, claro. Y los protagonistas no tienen ni idea y de repente ah, sí, el ego, ya sé; o arrancarse el ojo y mirar detrás de esa pared porque me acabo de dar cuenta y lo dijo Florence, y el Belasco no es capaz ni de deshacer una flecha improvisada; y todo así, de golpe y porrazo entre horrorosas apariciones de seres deformes, manos amputadas y penes erectos. Y el fantasma es muy listo y «vive» en un sitio oculto rodeado de plomo por si alguien inventa un Reversor algún día y disipa su radiación psíquica o como se llame... ¿y él cómo se las apaña?, ¿abre un poquito el muro para lanzar su energía letal por el hueco o es muy muy muy poderoso, te lo digo yo, y ya está?
Cuánto más lo pienso, menos sentido le encuentro.
Y cosas que no entiendo: ¿Qué pretende demostrar Barret con su máquina? Si la ciencia no aprueba la parapsicología será porque no hay hechos o las hipótesis acerca de ellos son fantásticas, no solo por sus estrafalarios métodos para investigarlos. Por no hablar del inexistente contrato con el viejo Deutsch (vaya nombrecito) y su finalidad... Y Belasco (otro nombrecito) es una mala bestia hasta que de pronto se cansa, pobrecito; y mata a Florence porque iba a descubrir su secreto y después Fischer dice que él y Edith no pueden hacer nada aunque lo sepan (¿?), y sin embargo terminan haciéndolo, claro. Y los protagonistas no tienen ni idea y de repente ah, sí, el ego, ya sé; o arrancarse el ojo y mirar detrás de esa pared porque me acabo de dar cuenta y lo dijo Florence, y el Belasco no es capaz ni de deshacer una flecha improvisada; y todo así, de golpe y porrazo entre horrorosas apariciones de seres deformes, manos amputadas y penes erectos. Y el fantasma es muy listo y «vive» en un sitio oculto rodeado de plomo por si alguien inventa un Reversor algún día y disipa su radiación psíquica o como se llame... ¿y él cómo se las apaña?, ¿abre un poquito el muro para lanzar su energía letal por el hueco o es muy muy muy poderoso, te lo digo yo, y ya está?
Cuánto más lo pienso, menos sentido le encuentro.