Leído en: 2022.
Título original: She Said Destroy.
Escritor: Nadia Bulkin.
Género: Terror, fantasía.
Año de publicación: 2017.
Sinopsis: Un dictador que ansía amor y terribles sacrificios de sus súbditos; una madre, criada en una decadente madriguera, que lucha para reclamar a su hija robada; un fantasma que habita un hotel de lujo en un país ensangrentado; una niñera que descubre la maldición que asola a la familia para que la trabaja; una chica que se enfrenta a un monstruo de alas rotas… Los trece relatos de la autora Nadia Bulkin recogidos en esta antología son historias de terror surrealistas, subversivas y definitivamente políticas, ambientadas en mundos retorcidos muy parecidos al nuestro.
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Los relatos suelen tener una atmósfera adecuada y una intención o un trasfondo interesantes, y en la mayoría de ellos hay momentos sorprendentes e ideas curiosas (sobre todo en los primeros, que también son los menos logrados), pero no me emocionan ni captan mi atención por completo: me parecen sin rematar y muy suaves o excesivamente obvios en ciertos aspectos; incluso los dos mejores me dieron la impresión de no aprovechar todo su potencial. No son para mí por lo visto; ¡lástima!
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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«Zona de convergencia intertropical» - 4. Tiene su aquel; una pizca de sutileza, un enfoque distinto y otro desenlace lo podrían haber salvado.
«Las cinco etapas del duelo» - 5. Iba a decir «nada especial» y no es cierto: hay ocurrencias notables en el argumento; sin embargo, está todo cogido con pinzas y no termino de creérmelo.
«Y cuando fue mala...» - 5. En EE.UU. tienen, como con todo, un nombre específico para la chica que sobrevive en las películas de terror («final girl» la llaman; hay un libro reciente con ese título) porque es buena persona o lo que sea; supongo que la historia mejora si te interesa el tema... no es mi caso.
«Solo la unión salva a los condenados» - 7. Esto sí. Me habría gustado más garra en las últimas páginas, aunque no me quejo.
«Pugelhueso» - 6. Mmm... Aprecio la parte suricata, y el resto no está mal. Aun así, no me quito de encima una sensación de incredulidad y artificio; de nuevo noto el cuento demasiado apresurado y poco coherente.
«Cabra roja, cabra negra» - 6. Un par de inconsistencias y cómo acaba rebaja el nivel de la ambientación y de la trama.
«Siete minutos en el cielo» - 5. No cuaja. Como casi siempre, hay algunos aciertos y no me atrapan, no van a ningún sitio.
«Te quiero, chica» - 7. Otro bueno si te dejas llevar, y hoy me apetece.
«Vida eterna» - 6. Le falta algo para convencerme: cohesión, nervio... No se queda en una simple anécdota por los pelos.
«Violeta es el color de tu energía» - 6. Una pena esa vaguedad final y las cosas sin hilar, porque esta versión de «El color del espacio exterior» con homenaje a Bierce tenía fuerza.
«La Verdad es el Orden y el Orden es la Verdad» - 6. El segundo lovecraftiano (quizá en demasía) seguido, y tampoco me llena.
«Cero absoluto» - 6. Ahora toca el Wendigo; y lo mismo.
«Sin dioses ni amos» - 6. El más largo; me siento igual de desconectado.