La chica descalza en la colina de los arándanos
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Novela corta o relato largo con un trasfondo de terror clásico y ambiente moderno, ágil si exceptuamos una ligera bajada de ritmo en la última parte y con carácter. El estilo, sin ser de mis preferidos, casa con la historia y la atmósfera claustrofóbica y le da una voz adecuada a la protagonista. Se lee de un tirón y atrapa hasta un final apresurado y a la vez eficaz.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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«No era una opción», «y lo sabe», «salvar el culo», «todo el tiempo»... La autora usa frases hechas, muchas prestadas del inglés, que, junto con la intensidad del tono, evocan un registro adolescente informal que quizá sea adecuado para esta trama contada en primera persona, pero que también lo acercan a la literatura de aficionados y casi termina cansando debido a la nula variación. Lo de situar la acción en Estados Unidos tiene el inconveniente de hacerle perder fuerza, al menos en mi caso, aunque le da tintes de verosimilitud por semejanza con esas obras tan comunes y a las que esta parece rendir homenaje. Pese a algunos problemillas y no dejar un recuerdo indeleble, me lo he pasado bien con la lectura, y hoy con eso me basta.