Veinte mil leguas de viaje submarino
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Recuerdo que de joven dejé un libro suyo a medias (en puridad, al principio: De la Tierra a la Luna) porque me aburría tanto dato (medidas, velocidades, pesos...), y en este también aparecen muchas observaciones científicas encajadas de aquella manera en la historia y que unas veces funcionan, por su cadencia o su brevedad, y otras cansan un poquito(*). Me esperaba una obra juvenil de aventuras sin más, con curiosidades llamativas y un estilo poco elaborado, pero la novela, con un aire de caballerosidad erudita a la antigua y propósito aleccionador, está bien escrita y tiene pasajes muy logrados(**), que destacan frente al ritmo pausado y en claro contraste con algunos más plomizos. Los personajes cumplen, en especial el capitán Nemo(***), la atmósfera es adecuada y hay toques de un humor aséptico que no desentona. La edición me ha encantado, y tengo ganas de leer otros libros de «Letras populares»... y de Verne. Si hubiera pulido la trama y supeditado el resto a ella con coherencia y una pizca de osadía o transgresión, podría haber creado una maravilla (para muchos, ya lo hizo) .
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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*: Cuando se le va la mano con las listas de seres vivos; como en la travesía por el Mediterráneo, donde parece que copia páginas enteras de una enciclopedia.
**: La asfixia lenta con el Nautilus atrapado entre el iceberg y la banquisa, o el final con ese homenaje al Maelstrom de Poe... Solo por esto ya me tiene ganado. Lo de los calamares, en cambio, aunque es un capítulo ágil, me pareció demasiado peliculero; no venía a cuento.
***: Un villano-héroe bastante ambiguo y, salvo por alguna exageración, de veras convincente.
**: La asfixia lenta con el Nautilus atrapado entre el iceberg y la banquisa, o el final con ese homenaje al Maelstrom de Poe... Solo por esto ya me tiene ganado. Lo de los calamares, en cambio, aunque es un capítulo ágil, me pareció demasiado peliculero; no venía a cuento.
***: Un villano-héroe bastante ambiguo y, salvo por alguna exageración, de veras convincente.