Una cabeza llena de fantasmas
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Mientras lo leía, me iba gustando mucho, tanto por el enfoque moderno y racional como por la intriga: otros libros del mismo tema son aburridos, o hacen reír cuando no deberían, y se les ve el plumero a leguas. En este, con un estilo sencillo y una trama típica, el escritor ha logrado que me trague una historia no demasiado creíble, me preocupe por los personajes y esté atento a los acontecimientos casi hasta el desenlace de esta mezcla de terror y drama familiar con crítica social y un regusto primordial de regalo. Una pena que no me hayan convencido del todo varias cosillas entre posmodernas y metaficcionales... no deja de ser bueno por eso.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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Las partes del blog me han sacado un poco de la lectura, por el cambio de tono y por tantas alusiones a obras y escritores: ¿molan?, puede; ¿son necesarias?, no lo veo yo así; me habría gustado algo más sutil y a la vez definitivo, porque, además, la ambigüedad convierte la novela en uno de esos acertijos guays con distintas soluciones posibles «en teoría» y que no me entusiasman si se descuidan otras facetas (mi opinión: no hay nada sobrenatural y sí maltrato, penurias, enfermedades mentales [o síndromes o lo que sean], aprovechados, fanáticos religiosos y amantes del morbo televisivo; ligeramente frustrante... I want to believe).