Estudio en escarlata
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Ver la serie de televisión (Sherlock) ha hecho que me interese por el protagonista y le pille el punto al tono del relato, y la verdad es que he disfrutado más del libro que cuando lo leí la primera vez hace unos años (entonces me decepcionó... me esperaba a un Holmes genial y sin embargo no me hizo mucha gracia el personaje). En esta ocasión, la trama me ha gustado, y las deducciones del detective, también. Sigue sin impresionarme, eso sí; será que el género policiaco no es mi preferido, notaré la novela demasiado primeriza, no me pirraré por las demostraciones de agudeza mental o quizá la extraña división en dos partes tenga algo que ver.
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[No sigas si no has leído el libro:
a partir de aquí desvelo el argumento]
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Cuando Holmes va a explicar cómo ha resuelto el caso, se cambia de escenario y hay siete capítulos con un ambiente totalmente distinto en lugar del esperado final. Esto rompe el ritmo con un giro a la novela de aventuras del Oeste americano narrada con una excesiva corrección en las descripciones y los actos de los protagonistas y las tonterías típicas de las muchachas que se convierten en «la flor de» un sitio determinado y mueren de pena y cosas así pasadas de moda; descoloca un poco y no llega al nivel de la anterior, pero es entretenida. Tras contar la relación entre asesino y muertos, vuelve a Inglaterra de nuevo y finaliza la historia, que me ha parecido buena, aunque no tanto como la serie...